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Tienes derecho a sentir

Actualizado: 21 mar 2021



Las emociones y los sentimientos son las respuestas de los seres humanos ante los estímulos, que pueden ser táctiles, auditivos, visuales, gustativos y olfativos. Sin embargo, ambos son diferentes, pues son respuestas biológicas, las primeras, y psicológicas, los segundos.


Tanto las emociones como los sentimientos son parte del aprendizaje que hemos acumulado con los años, de nuestras creencias, y que, de acuerdo con la experiencia, podemos reprimir, ocultar, solapar o fingir.


Las emociones son alegría, tristeza, ira y miedo, mientras que los sentimientos son amor, odio, pérdida y felicidad; todos asociados a nuestras vivencias, experiencias, formas de vida y referentes familiares.



Derecho a sentir nuestras emociones


Muchas veces a causa de los estereotipos ocurre que reprimimos los sentimientos, por no parecer sensibles o débiles, sin tener consciencia de que estamos coartando nuestro propio derecho a sentir.


No somos robots, es inevitable sentir.


Lo que sí es tu decisión es no quedarte anclada a sentimientos que te hunden en la tristeza; vivir en el pasado pensando en un eterno ritornelo del que no sabes cómo salir, lo cual te mantiene en una especie de sombra.


Experimenta y siente lo que vives con la disposición de entender qué lección te están dejando.



Sentir todo sin reprimir


Los sentimientos son expresiones que debes dejar aflorar en el momento adecuado y durante el tiempo que sea necesario.


En el caso de la tristeza por pérdida, derrota, impotencia o cualquier otra razón que los despierte, por ejemplo.


También es necesario que sientas placer por aquello que te apasiona, como una exquisita comida, un paseo o una noche romántica o de pasión con la persona que amas, sin sentirte culpable o pedirle permiso a un tercero.


No pasa nada si deseas y puedes vivir plenamente cada estado emocional y sentimental de tu vida. Eres un ser con sentidos, razón y sentimientos, y el hecho de sentir emociones no va a hacer de ti una persona débil o descarriada.



Derecho a hacer y a sentir


La vida es un eterno subibaja, en algunas ocasiones estamos luchando por lo que queremos, otras estamos dando la batalla por la familia, los hijos, nuestras posesiones, aquello que anhelamos, un título, un ascenso, etc.


Otras veces estamos sencillamente sintiendo placer por haber alcanzado una meta, un logro que nos hace sentir realizados, y que nos llena de satisfacción, esos son momentos que debemos permitirnos disfrutar sin culpa.


No pasa nada si te das permiso a vivir y a sentir con plenitud cualquier estado emocional, o al menos no tiene nada de malo sentir las emociones, y, si son buenas, disfrutarlas, si no lo son, pues padecerlas y pasar la página.



Una persona consciente de tus sentimientos


Debes estar consciente de ir erradicando de tu vida los estereotipos que te han marcado a lo largo de tu historia, como, por ejemplo, los hombres no lloran, las madres son fuertes, el placer es un pecado, y tantos otros que están limitando tus emociones.


Solo debes ser una persona consciente, que te conoces profundamente y que desde ese conocimiento puedes tener tu propio equilibrio y autorregulación.


El derecho a hacer lo que desees con tu vida no puede tener condiciones de ningún tipo.





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