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Aprender a entender las emociones




Sentir tristeza, rabia, alegría, miedo, repulsión o sorpresa es definitivamente incontrolable, pero eso no significa que no puedas entender las emociones.

Debes saber que las emociones son inherentes al ser humano, son parte de ti desde que naces y necesarias para tu adaptación.

Igualmente, son importantes porque influyen en la toma de decisiones. Aportan más o menos valor a la información que tengas sobre determinada persona o hecho, inclinando la balanza hacia donde la emoción lo indique.

Por eso, hablar de las emociones es reconocer y recordar que mente y cuerpo son parte de un todo. Y en este todo pensamientos y recuerdos están asociados con tus reacciones.

De ahí que sea clave conocer con consciencia tus emociones, saber qué pensamientos las originan, para entenderlas y gestionarlas.


Entendiendo tus emociones

Para entender las emociones es necesario que emprendas tu camino hacia el autoconocimiento.

De esta manera, podrás saber con qué pensamientos te estás conectando para que se dispare en ti una determinada emoción y en qué forma la expresas.

De hecho, el autoconocimiento es clave para ser emocionalmente inteligente. Serás más consciente de las emociones que estás sintiendo y podrás decidir, también con más consciencia, cómo reaccionar ante ellas.

Sin duda, este conocimiento de ti misma te ayudará en tu relación contigo y con los demás.


Reflexiona sobre tus emociones

Lo primero que debes hacer para entender las emociones es intentar reflexionar conscientemente acerca de lo que sientes.

Profundizar en las razones por las que reaccionas de determinada manera ante determinadas situaciones.

Gritarle a un compañero, romper a llorar, insultar a una persona por el hecho de que no te agrade, pueden ser situaciones que se te escapen de las manos. Sucede porque no tienes consciencia de lo que está originando esa reacción emocional.

Acepta e identifica lo que sientes, reconoce qué se activa en ti y cómo se manifiesta en tu cuerpo esa emoción.

Anota, repasa esas anotaciones para buscar el por qué te sientes así. Sin duda, este ejercicio te ayudará a identificar ese pensamiento repetitivo que dispara esa emoción.

Además, te ayudará a tener consciencia de que en una próxima oportunidad podrías decidir distinto y tener una reacción más amorosa contigo y con los demás.


No las controles, gestiónalas

Controlar las emociones no significa que vas a guardarte tus rabias, tus alegrías, tus tristezas.

Quiere decir que las identifiques. Es decir, saber cuáles son las que te generan inconvenientes, te incomodan y desencadenan en ti reacciones fuera de control.

La idea es reconocerlas todas y no aferrarte a ninguna de ellas. Tampoco usarlas como excusas cuando reacciones con enojo, de forma exagerada o violenta.

Cualquier emoción surge por motivos que tienen un significado personal para ti y que te altera la consciencia. Si eres capaz de afrontarlos entonces reconocerás y entenderás la emoción que sientas en ese momento específico.


Escucha tu yo interno

Conoce y escucha siempre a tu yo interno. Sobre todo antes de reaccionar cuando identifiques una emoción que sabes te podría arrastrar a una situación incómoda.

No se trata de aplastar lo que sientas. Se trata de que seas capaz de entender las emociones y gestionarlas. Esto te permitirá, siendo consciente, decidir distinto: elegir tu paz y no el conflicto y el dolor.

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