El agradecimiento es una de esas acciones que a veces haces sin saber el porqué, o que sencillamente no practicas porque no lo consideras necesario.
Pero resulta que agradecer está relacionado con varias actitudes ante la vida, como el ser positivos, tener una vida plena, a pesar de las circunstancias, y, por supuesto, la felicidad.
¿Cómo se conectan estas tres premisas con el agradecimiento en la vida de las personas?
Eso es algo que cada quien experimenta poco a poco en la medida en que practica el agradecimiento.
¿Por qué debes agradecer?
Podría decirse que al comenzar a ser agradecido se inicia todo un movimiento de energía que se retroalimenta.
Es una especie de avivamiento de una “maquinaria” que moviliza los pensamientos y actitudes unos tras otros.
Al agradecer estarás activando un círculo virtuoso que traerá beneficios y que notarás en poco tiempo, pues cambiará tu percepción de lo que sucede, lo que recibes y te está pasando.
Uno de los cambios más evidentes es la forma en que ves eso que te sucede, internamente y en tu entorno, bien en el trabajo, con tus amigos, familia, en el día a día; y que sin duda repercutirá en la forma cómo interactúas con tu entorno.
Agradecer cambia tu mirada
Agradecer trae consigo una serie de beneficios, uno de los cuales es mirar lo que te sucede desde otra perspectiva.
Al agradecer estás dándole una visión más optimista a las circunstancias; estás viendo el vaso medio lleno.
Incluso en las experiencias más tristes de la vida el agradecimiento te ayuda. Por ejemplo, ante la muerte de un ser querido, si agradeces que estuvo contigo y que fuiste parte de su vida, tendrás alivio.
Cuando las cosas no marchan como esperas, igualmente debes agradecer, porque seguramente obtendrás algún aprendizaje o te darás cuenta de que las circunstancias no estaban dadas para eso que querías.
Beneficios de ser agradecido
En la salud
El agradecimiento fortalece el sistema inmunológico, pues contribuye a bajar el estrés, ya que estarás siendo optimista y percibiendo la situación desde otro punto de vista.
Si agradeces constantemente, al levantarte, por una noche de sueño reparador y un nuevo día, o por la noche, por lo que vives durante el día, estarás dejando de lado la ansiedad y el estrés por el futuro.
Con tu entorno
Cuando agradeces lo que tienes, te enfocas más en lo espiritual que en lo material, esto último comúnmente relacionado con la felicidad, pero que realmente es un sentimiento efímero.
El agradecimiento te hace más empática y bondadosa, por lo que estarás en armonía con quienes te rodean, y te enfocarás más en las pequeñas cosas, como disfrutar de la compañía de tus seres queridos.
En las emociones
La persona agradecida tiende a ser asertiva y proactiva, esto tiene que ver con la comprensión y con tener completa consciencia de lo que es y puede hacer en cada momento.
No importa la edad que tengas, ni la situación que estés atravesando en este momento, comienza desde ahora a agradecer todo lo que has vivido, lo que tienes, tus capacidades, tu formación, tus conocimientos, las personas que han pasado o están en tu vida.
El agradecimiento te hará sentir en paz, feliz con lo que eres y tienes, tanto a nivel emocional como material, y con la seguridad de que todo está bien.