Todos hemos sentido alguna vez la necesidad de tener la razón, bien sea en una conversación sobre política, familia, religión, deporte o en cualquier tema donde consideremos que tenemos más conocimientos.
Pero, ¿has pensado qué hay detrás de esa necesidad de querer siempre tener la razón?
¿Has sentido esa ansiedad ante una persona o grupo de personas que te desafían en una conversación y además te hacen ver como la que siempre quiere tener la razón?
¿Qué hay detrás de querer siempre tener la razón?
Es posible que no estés consciente o no te hayas percatado de que en las conversaciones o debates en los que participas, bien de manera formal o informal, seas la persona que siempre quiere tener la razón.
No reconocer la posibilidad de equivocarte es un claro síntoma de siempre querer tener la razón, y, por lo tanto, lo apuestas todo a tus argumentos con tal de que el resto del grupo reconozca que tienes la razón.
Pero, ¿por qué?
¿De dónde proviene esta arrogancia?
Proviene del pensamiento dominado por el ego. Es el que te lleva a no querer sentirte menos, a desear estar en el centro de la atención todo el tiempo.
Querer tener siempre la razón te separa de los demás
Las personas van por el mundo sintiéndose incomprendidas porque no les dan la razón; sienten que nadie está a su nivel para conversar y que no pueden tener relaciones porque nadie las entiende, entonces son personas frustradas y tristes, pues nunca tienen lo que quieren.
Si te fijas bien en lo que hay detrás de querer siempre tener la razón, encontrarás qué es lo que verdaderamente motiva ese comportamiento que estás manifestando.
Es tu afán de compararte, deseo de agradar a otros, miedos que no has trascendido, juicios y exigencias con respecto a ti misma y las demás personas que no te dan paz.
Todo esto no hace más que mantenerte separada de los demás, con una gran carga de frustración y dolor en tus relaciones y en la relación contigo misma.
Esta separación es posible superarla con la práctica de Un Curso De Milagros. Te ayudará a liberarte de juicios y expectativas para unirte con los demás.
Claves para superar querer tener siempre la razón
Cede ante una discusión que no tendrá mayores repercusiones en quien tiene la razón; no impongas tus argumentos y permite que cada quien exprese su punto de vista. El objetivo de una conversación es tener una interacción que fluya, pasarla bien.
La intención no siempre es tener la razón, sino la convivencia, la empatía, la comunicación que permita el reconocimiento del otro, su opinión, conocer su forma de pensar.
Ten un nivel de consciencia diferente para que puedas darle la razón al otro, y toma en cuenta que en ocasiones se trata de un mecanismo de defensa que solo busca la valoración del otro.
Más importante que tener la razón es mantener relaciones sanas con quienes te rodean, con respeto a la individualidad de cada uno.
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