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Coach Alfonso Guerrero

Lo que pides es lo que no estás dando.


A muchos la frase del título les parecerá contradictoria, ilógica y hasta absurda.

A lo largo de los años me he dado cuenta que esta frase se cumple siempre de alguna manera. Aquello que le pedimos a otros que haga (actitudes, sentimientos y hasta acciones) es eso que nosotros no estamos haciendo hacia el otro.

Ejemplo: Una mujer le pide transparencia y lealtad a su pareja, ella siente que el no es claro y que oculta cosas (no necesariamente que sea infiel), simplemente ella siente que ella no es la prioridad de el. Ella siempre dirá que ella si es leal y transparente con el. A ella se le activa la inseguridad con el por las razones anteriores y otras más.

El por su lado no se siente seguro en su relación con ella, pues ella le repite mucho lo mismo, ella termina la relación cuando sus demandas no son atendidas en el acto. Eso desde la interpretación de él, hace que no pueda confiar en ella pues siente que ella lo va a dejar y romper el corazón. El se siente también inseguro en la relación por miedo a ser abandonado, desde la interpretación de él ella no está siendo leal porque lo abandona en cada discusión.

¿Por qué cuento este ejemplo? Desde la percepción de cada uno, el otro está haciendo algo que los pone en una situación de inseguridad, desde la posición de cada uno en particular lo que están haciendo es protegerse. Es claro que nadie es culpable, solo están actuando desde el miedo y mientras estén viendo lo que el otro hace o deja de hacer, jamás podrán resolver sus inseguridades. Hasta que no se observen a si mismos y sean realmente honestos, la situación no cambiará.

Esto no solo sucede en las relaciones de pareja, sucede en cualquier tipo de relación, se crea una expectativa, se juzga, se hace responsable al otro y se fractura la relación.

¿Cómo podemos salir de esto? Siendo honestos, evaluar los comportamientos que estamos teniendo como un espectador. Dejando de hacer responsable al otro y empezar a asumir lo que realmente estoy entregando y no el cuento que me he estado contando. Agradeciendo por esa experiencia, sin duda está haciendo que crezcas a pasos agigantados y te ayudará a tener mejores relaciones en el futuro. Aprenderás a no tomarte las cosas de manera personal y podrás ser incluso más compasivo.

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